Las propuestas Bershka para este año son versátiles, ligeras y potencian la idea del deporte como estilo de vida. Liberan el ritmo de cada uno para afrontar lo que está por llegar.
Y así lo demuestra “The Shakers”, la nueva campaña de Bershka. Jane y Yorgary son los dos jóvenes bailarines protagonistas, encargados de demostrar que en el baile y en la moda hay, al menos, dos cosas en común.
Para ella:
Con el mix&match como concepto principal, se crean estilismos gym que se pueden llevar a todas horas. Para ello, se combinan prendas más urbanas con otras puramente deportivas y se juega con los volúmenes y cuatro colores básicos: la colección se construye principalmente en rojo, gris, blanco y negro.
La idea es sencilla y definitiva: súper estrecho arriba, súper ancho abajo (y viceversa). Por eso, los tops y los sujetadores deportivos reinan en las prendas superiores. Al otro lado de la balanza, las prendas inferiores le dicen adiós al tejido denim para dar paso al “efecto denim”, a los leggings técnicos con bandas laterales y a los pantalones de fit más ancho y relajado. Y vuelve el hit de los 90: el clásico pantalón de chándal con aberturas laterales se reinventa en rojo (muy rojo) y con un lettering minimal.
¿Cómo conseguir ese fit deportivo y casual, perfecto para cualquier ocasión? Las puffy jackets y las sudaderas (en versión crop u oversize y realizadas en materiales técnicos como el neopreno) son el mejor aliado para cerrar todo tipo de looks y hacerlos más que deseables.
Los accesorios necesarios de la temporada aportan una potente estética retro. Las micro-gafas cat-eye y las riñoneras (transparentes, principalmente) son dos esenciales que inundarán las calles y (esto es un avance) los festivales. La gorra es el detalle street esencial que no pasará desapercibido: una evidente importación de la estética dancing, que será adoptada con mucho gusto en todo tipo de looks deportivos.
Para él:
El triunfo del athleisure se traduce en una colección de chico que abandona la fuerte estética deportiva para adoptar formas más ligeras y cómodas. En general, es una colección muy sobria pero muy cool y, sobre todo, extra cómoda.
El algodón y el elastano son los materiales que hacen posible que todas las prendas sean perfectas para conquistar las calles, el gimnasio (y lo que surja). Estas calidades forman tejidos mucho más apetecibles para llevarlos a cualquier hora y en cualquier lugar. La sobriedad previamente mencionada se consigue a partir del uso de cuatro colores predominantes: negro, gris, mostaza y tonalidades vainilla. Lo suyo es crear looks de un solo color y romper esa aparente “monotonía” con accesorios de estilo retro como las deportivas de inspiración basket y los calcetines con franjas en los extremos.
Las sudaderas siguen siendo una apuesta perfecta y se reinventan con nuevos prints que las convierten en prendas mucho más urbanas. En cuanto al lettering: tanto en chica como en chico, este tipo de estampado se reduce al mínimo exponente, pero sigue recordando que las prendas deben hablar por sí mismas.
Las prendas exteriores más top dentro de la colección de chico son la puffa jacket en versión corta y la trench fluida. Estas, junto con las bermudas algodoneras, serán el must-have para salir de casa y dejarse fluir ante cada estímulo.