Recientemente la Cofepris aprobó un medicamento para niños que viven con acondroplasia. Casi el 27% de los adultos con acondroplasia encuestados en América Latina reportó ansiedad o depresión moderada o severa, señala el estudio denominado LISA.
El doctor Juan Llerena Júnior, genetista clínico y coordinador del Centro de Genética Médica del Instituto Fernandes Figueira (FIOCRUZ), manifestó al respecto “La acondroplasia es mucho más que baja estatura. Es una enfermedad multisistémica, debilitante y progresiva que requiere de una intervención multidisciplinaria desde edades tempranas.”
“Como especialistas en genética, reconocemos que la acondroplasia no solo afecta el crecimiento óseo, sino que también conlleva una serie de desafíos físicos y sociales que pueden ser discapacitantes. Por tanto, es fundamental continuar fomentando la investigación y el desarrollo de tratamientos, como el caso de la reciente aprobación de vosoritida por la Cofepris, una terapia dirigida, que se ha demostrado en estudios clínicos que aumenta la altura y mejora la proporcionalidad de los infantes con acondroplasia.” señaló la doctora Emiy Yokohama Rebollar, médico especialista en genética.
Cabe mencionar que la acondroplasia es una condición genética poco frecuente que afecta a uno de cada 25 mil nacimientos. Impacta directamente en el crecimiento de la mayoría de los huesos del cuerpo1 y se caracteriza por una baja estatura desproporcionada, curvatura de la columna vertebral y cabeza más grande (macrocefalia).
También dieron a conocer que, el estudio LISA reveló el impacto de la acondroplasia en la calidad de vida de los pacientes. Un 53% de los pacientes entre 8 y 17 años reportó dolor en, al menos, un sitio del cuerpo, síntoma que más afecta su bienestar. En cuanto a los adultos encuestados, casi un 27% informó niveles moderados o severos de ansiedad o depresión, lo que subraya la considerable carga psicológica asociada con la condición. Además, el 73.4% de los adultos reportó dolor diario, y un 17.8% expresó dificultades para llevar a cabo actividades cotidianas simples, lo que evidencia las limitaciones físicas asociadas a esta enfermedad.
“Nos llena de esperanza la llegada de un nuevo fármaco a México. Representa un avance significativo para las personas que viven con acondroplasia y sus familias. Durante años, hemos luchado por un tratamiento que aborde de manera específica las necesidades de nuestra comunidad, y finalmente, vemos una luz al final del túnel.” mencionó Marisela Herrera, presidenta de la fundación De la Cabeza al Cielo.
El Dr. Alberto Hidalgo, investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) en México, destacó en su oportunidad que la historia del tratamiento para la acondroplasia ha estado marcada por cirugías e intervenciones ortopédicas, “pero con la llegada de la vosoritida tendremos una opción terapéutica que aborda directamente la displasia ósea a nivel molecular. La primera y única terapia biotecnológica indicada para el tratamiento farmacológico de la acondroplasia en niños cuyas epífisis no han sido cerradas.”
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