Hoy en día la ciencia y la religión han sido consideradas dos de las maneras principales de “concebir el mundo”, ya que la relación entre ambas ramas ha pasado por diferentes periodos; por un lado se consideraba que no existía liga alguna entre una y otra, y por el otro se creía que tienen un común denominador y que en conjunto podían coexistir en perfecta armonía.
Dichos acontecimientos ha abierto el paso para que grandes hombres le prueben al mundo que ambas percepciones son completamente válidas. Para esto tenemos como ejemplo a Russell M. Nelson, Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y reconocido hombre de ciencia por sus aportaciones en el campo de la medicina.
M. Nelson quien nació en el estado de Utah, fue uno de los precursores para las mejoras en los procedimientos de cirugías a corazón abierto para disminuir su nivel de mortalidad al formar parte del equipo de médicos encargados de crear la primera máquina artificial de corazón-pulmón, cuya misión principal es hacerse cargo del trabajo del corazón y los pulmones durante una operación, teniendo éxito en su creación para 1951. A partir de esta máquina, Russell Nelson realizó la primera cirugía en un menor de manera exitosa para el paciente.
Aunque Nelson fue profesor, director de área, autor en textos científicos y encargado de la mejora de diversos procesos quirúrgicos al corazón, esto nunca se interpuso con su deseo de impulsar sus creencias religiosas, encontrando desde muy joven la manera de poner un balance entre todos sus conocimientos.
Russell durante sus más de 30 años como apóstol, ha viajado a más de 130 países con los cuales ha cultivado buenas relaciones y para hacer llegar el apoyo de la Iglesia a los lugares que más se necesitaba. Mientras realizaba su labor con la iglesia, Nelson visitó China, donde se convirtió en la primera persona en ser nombrada profesor honorario en Shadong Medical College (Colegio Médico de Shadong) gracias a sus aportes.
En su etapa profesional, Russell Nelson realizó aproximadamente 7,000 operaciones antes de que su carrera quirúrgica terminara para continuar sirviendo de manera humanitaria pero esta vez como un apóstol.
Russell M. Nelson es el hombre que logró que la religión y la ciencia coexistieran en el mismo camino mediante sus grandes aportes a la medicina y sus logros como miembro de la Iglesia, entre los cuales destacan su promoción de mensajes contra el racismo, la donación de recursos para el combate al Covid-19 a nivel mundial, el apoyo comunitario y muchas otras causas más.
Actualmente el desarrollo del campo de la medicina y la continuidad de las obras humanitarias tienen un gran camino por recorrer, pero es gracias a hombres como Nelson que ha sido posible mejorar las áreas de estudio en ambas percepciones para las futuras generaciones, permitiendo que su experiencia ayude a la posteridad a seguir avanzando y descubriendo mejoras en ambos campos: la religión y la ciencia.
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