Actualmente las situaciones estresantes son parte del día a día de los mexicanos, lo anterior se asocia a una lista de emociones difíciles de controlar, que se ha comprobado, repercuten directamente en la salud.
El estrés, aunado a las infecciones intestinales y a la herencia genética, son algunas de las causas del Síndrome de Intestino Irritable (SII), popularmente conocido como colitis nerviosa.
El Dr. Raúl Olaeta, especialista en Gastroenterología, explicó que el estrés es una reacción de alarma del organismo ante una agresión física o intelectual, es por ello que las tensiones emocionales se proyectan en el aparato digestivo como órgano de choque. “El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es una enfermedad crónica en donde existe hipersensibilidad visceral, es decir, hay un aumento de sensibilidad en el intestino, situación en la cual el dolor abdominal o malestar y distensión (inflamación) están presentes y se asocian con cambios en el hábito para evacuar por lo cual se presentan episodios de diarrea, estreñimiento o ambos” mencionó.
El especialista mencionó que la prevalencia de SII en México es de 16%, mientras que específicamente en la Ciudad de México es del 35%, cifra considerablemente mayor y probablemente debido al nivel de estrés que sufren los citadinos; dicho padecimiento, se presenta principalmente en jóvenes entre 30-40 años y predomina en mujeres; no hay una razón concreta con respecto a la afección por género, pero se cree que tiene relación con cuestiones hormonales.
El SII es el trastorno gastrointestinal más común y un motivo de consulta frecuente en la población, además de su asociación con múltiples enfermedades, ocasiona un deterioro en la calidad de vida y desempeño laboral, teniendo un impacto económico negativo en el individuo, la sociedad y el Sistema de Salud.
Como consecuencia del deterioro de la calidad de vida de los pacientes se asocian la depresión, ansiedad, molestias diversas e ideas suicidas, además tienen un menor desempeño o productividad laboral por ausentismo y demandan mayor atención médica. En relación al impacto económico, los gastos generados por la enfermedad son intangibles ya que se afecta la capacidad productiva e influye directamente en los costos debido a la pérdida de ingresos y gastos no contemplados.
El Dr. Olaeta mencionó que el Síndrome de Intestino Irritable es una enfermedad que hasta el momento, no se cura, pero puede controlarse. “El manejo médico adecuado, como puede ser el uso de probióticos para equilibrar la microbiota, la eliminación de alimentos que provoquen gases o diarrea, opciones psicológicas para el manejo de estrés y la administración correcta de medicamentos para combatir los síntomas, forman parte del tratamiento del paciente”.
“Existen estudios que demuestran que la administración del citrato de alverina + simeticona para el tratamiento de SII es una de las opciones de primera elección debido a que el citrato de alverina (antiespasmódico) actúa directamente en el músculo del intestino; por lo tanto, no tiene efectos anticolinérgicos como otros antiespasmódicos, reduce la distensión, las evacuaciones y la motilidad intestinal (tránsito); por otro lado, incrementa el agua en el yeyuno (una parte del intestino delgado), la absorción de sal en el intestino y disminuye el dolor. La simeticona protege al intestino, es decir, cubre su superficie y evita la entrada de sustancias agresivas; así mismo evita el exceso de gas” concluyó el Dr. Olaeta.