El corazón de la mujer Sandro es como una cámara sensible que captura los colores y las emociones del mundo que la rodea. Para la primavera-verano 2020, su look sigue siendo parisino, pero en su mente tiene viajes, vaga por la India en una mezcla de estilo entre París y Nueva Delhi.
Es fiel a los hermosos bulevares de París de los años 90, juega con las convenciones burguesas de un pasado colonial: se viste con elegantes conjuntos de tweed con un ligero toque preppi, sus chaquetas están decoradas con bordados dorados o insignias, y lo acompaña con el icónico trench beige, el cual se actualiza con un diseño de pliegues.
Además es amante del popelín de algodón con rayas, lo utiliza en vestidos voluminosos y camisas femeninas en esta tela. Los elementos parisinos están diseñados para ir contra la corriente. Consciente de que los opuestos se atraen, yuxtapone el denim lavado con una tela de brocado brillante. El encaje, uno de los favoritos de la casa, se convierte en vestidos con ajustes reinventados.
La mujer Sandro adora los detalles deportivos, tejidos con profundos cuellos en V que insinúan un partido de cricket en primavera. En sus pies, usa mocasines de cuero de bronce o sandalias de velcro de estilo urbano para caminar.
El estudio creativo realza piezas con matices orientales y recuerdos de la India en una paleta de colores tan rica como un verano indio. Rosas fucsias, malvas, ocres y amarillos de azafrán dan vida a los blancos marfil y tonos beiges arenosas.
La marca también ofrece mezclas de lino y algodón tejido con hilo metálico. Pero no se trata de parecer un yogui a orillas del Ganges: las referencias son más sutiles. Como si emergieran de la jungla de Bengala, los tigres aparecen en tops y vestidos de seda flotantes. Los pantalones de cuero de la mujer Sandro son del mismo tono oro que los atuendos del Maharaja. A veces elige un tono pastel en Tie Die, recordándole el festival de colores Holi al que asistió antes de regresar a París.